miércoles, 2 de junio de 2010

EL RAPTO DE PROSERPINA. (ESCULTURA)

LEYENDA
EL RAPTO DE PROSERPINA

En Sicilia, cerca del Etna, estaba el lago de Pergusa, de gran extensión y profundas aguas. A su alrededor, frondosos árboles, proporcionaban una fresca y agradable sombra. Allí la primavera era eterna,miles de flores cubrían siempre la tierra. En este lugar estaba Prosérpina cuando la vió Plutón, dios de los infiernos subterráneos y se enamoró de ella. No dudó en raptarla y se la llevó a su tenebroso reino.
Prosérpina, llena de espanto, llamó a su madre pero de nada sirvió.
Ceres, que había escuchado los desgarradores gritos de su hija, se lanzó en su busca. Recorrió todos los lugares de la superficie de la tierra y del mar pero no la halló.
Fatigada, se sentó sobre una roca y rompió en llanto. Tan grandes eran sus sollozos que se la podía escuchar desde cualquier lugar del mundo. En su desesperación maldijo a la Tierra que hasta entonces había cuidado con tanto interés. Desde aquel día Ceres se despreocupó de sus cuidados y la tierra se vio condenada a la esterilidad.
Aretusa, una ninfa que fue testigo del rapto se apiadó de Ceres y le dijo que no buscase a su hija en la Tierra, pues Plutón se la había llevado a sus dominios y conveido en su esposa.
Sorprendida por estas palabras, Ceres corrió hasta el Olimpo y cuando llegó junto a Júpiter, le imploró, bañada en lágrimas que hiciera todo lo posible por devolverle a su hija.
Júpiter que no quería indisponerse con Plutón ni tampoco dejar de ayudar a Ceres concedió lo siguiente: durante seis meses Prosérpina viviría con su madre en la tierra y los otros seis meses con su marido en los infiernos.
Tal decisión confortó a Ceres que, volviendo a sonreir, produjo el renacer de la naturaleza y volvió la fertilidad a la tierra.
Desde entonces, cuando Prosérpina vive con su marido en el mundo subterráneo la tierra se cubre de hielo, dolor y tristeza; los árboles pierden sus hojas y se marchitan las flores; las simientes enterradas en la profunda tierra esperan el momento en que Prosérpina vuelva con su madre, y con ella la alegría y los frutos que alimentan a los seres que pueblan la tierra.

El artista italiano Giovanni Lorenzo Bernini (1598-1680), creador del estilo barroco en la escultura, dotó a su obra de movimento, al liberarla de las limitaciones renacentistas en que la figura debía desplazarse lo mínimo posible del bloque original; para reforzar su estilo, utilizó mezlcas de mármol de colores, bronce, estuco, pintura y vidrios coloreados. Le preocupa particularmente que se establezca una verdadera comunicación entre la imagen y el espectador, adelantándose siglos al interés actual por la recepción del arte.

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